La rutina es una arma de doble filo 🔪.

De una parte encontramos la rutina positiva, aquella que hace que de forma prácticament automática tengamos conocimiento de que, por ejemplo, el lunes a las 11h de la mañana… cada lunes… se lleva a cabo una reunión de coordinación de equipo, un briefing de la semana, un encuentro del equipo.

Considero muy correcto “hacer músculo” 💪 de estas reuniones y conseguir que pasen a ser un hábito virtuoso.

No hace falta decir que también existe la rutina negativa, la que nos hace ir a la reunión con la sensación interna de estar perdiendo el tiempo pues, com es sabido, los temas a tratar son siempre los mismos, no avanzamos… En esta situación, más que “hacer músculo” vamos a relajarnos y nos dejamos ir sobre la silla 💺 esperando que el jefe en cuestión suelte su discurso y… quanto antes acabemos, mejor, “¡ que el trabajo nos espera !

Vamos a revertir esta negatividad.

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